El sedentarismo es sin dudas, uno de los males más significativos que puede padecer el ser humano y lamentablemente las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierten que desde la llegada de la pandemia por el COVID-19 en el 2020, los casos aumentaron de manera significativas en todo el planeta.

Una de las armas para combatir esta problemáticas u otras afecciones que impactan la salud tanto físicas como mentales, se encuentra la práctica constante de caminata, así lo resalta varios especialista quienes indican que con ejercitar las piernas sin tanta exigencia durante 30 minutos por día al aire libre o en una caminadora eléctrica, se pueden desarrollar grandes beneficios.

Distintas investigaciones ya han indicado que caminar es un causante para quemar grasa corporal y calorías, además, ayuda a que el sistema cardiovascular se active, fortifique y ayuda a eliminar el colesterol perjudicial para el organismo.

30 minutos por día de caminata garantiza que el cuerpo pueda adquirir distintos beneficios, entre ellos la liberación de líquidos retenidos, disminución en los niveles altos de colesterol, mejoras en la salud cardiovascular, circulación y un notable aumento y mejora en la resistencia física.

Además de lo mencionado, 30 minutos de caminata produce a la salud humana:

Mejora del estado de ánimo: esto porque libera endorfinas, que son neurotransmisores que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, caminar al aire libre puede proporcionar una sensación de conexión con la naturaleza, lo que también puede tener beneficios para el bienestar emocional.
Aumento de la energía: se debe a que el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, lo que proporciona un impulso de energía.
Mejora de la calidad del sueño: puede ayudar a regular el ciclo de sueño-vigilia, lo que puede resultar en una mejor calidad del sueño y una mayor facilidad para conciliar el sueño por la noche.
Disminuye del riesgo de enfermedades crónicas: puede ayudar a reducir el riesgo de otras enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y la demencia.