Israel quiere construir un muro que lo proteja de Estado Islámico

WEST BANK - NOVEMBER 22: View of the concrete separation wall between the Palestinian city of Abu Dis and Israel, November 22, 2004. With Gaza already being separated by a security fence from Israel, the 350 km long border between the West bank and Israel is much more complicated to separate. Disputes of where the border should run, how to create a Palestinian state where all points connect to one land and the splitting of Jerusalem are the main issues. However walls, fences and other techniques of separation are currently under construction along the so-called "Green Line," the unofficial boundary separating the Palestinian West Bank from Israel proper. (Photo by Shaul Schwarz/ Getty Images)

Israel teme la entrada de infiltrados de Estado Islámico por la única frontera que a Irak tiene abierta con los países vecinos: el Jordán. Se ha aprobado el levantamiento de un muro de más de 25 kilómetros de largo y su construcción se ha calificado de «vital importancia».

Las últimas noticias que han llegado del cruento modus operandi de Estado Islámico les sitúa poniendo en práctica dos tipos diferentes de crucifixión. La primera ha supuesto la muerte inmediata de varios niños que no respetaron, según los preceptos más puristas del Islam, el ayuno. La segunda, supone estar sobre una cruz (pero no muerto) durante un día, a la luz del sol, y recibir 70 latigazos por otras faltas imperdonables por el grupo violento islamista: sodomía, hechicería y brujería.

Mientras se conocen estos datos en pleno Ramadan, Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, ha declarado que es de vital importancia para Israel levantar un muro que cierre toda comunicación con el país vecino. El río Jordan es la última frontera que queda abierta, después de que las de Egipto, Siria y Líbano hayan sido valladas.

Pero Israel quiere ir un paso más alla y hace un mes su Gabinete de Seguridad nacional presentó la propuesta construir un muro de más de 25 kilómetros de largo y casi uno de alto para impedir que extremistas islámicos e inmigrantes entren al país. Éste bordeará el Jordán y protegerá las ciudades y el puerto situado más al sur de la ciudad, y está en el punto de mira de todos los ciudadanos israelíes que temen el avance de Estado Islámico.

«Vital para la seguridad nacional»

Los expertos han determinado que Estado Islámico pueden abusar y explotar a los jordanos que viven más cerca de este punto conflictivo y Netanyahu ha descrito esta edificación como «vital para la seguridad nacional». Por el momento, lo que parece más probable es que sean trabajadores ilegales bedunios que se ven sumidos en la más absoluta pobreza los que intenten cruzar la frontera.

Pero los analistas israelíes también tienen en cuenta que entre ellos puede haber infiltrados de Estado Islámico que actúen como terroristas y perpetren ataques en su país. Se teme especialmente, por el Aeropuerto de Timna que está en obras y que Israel quiere que se convierta en su puerta de salida hacia el Sur.

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