El pánico ha causado más muertes en Fukushima que la radioactividad

Han pasado cuatro años y medio desde el desastre nuclear de Fukushima. Pero a pesar de la gravedad de la situación vivida en esta zona de la costa norte de Japón, con un tsunami que hizo que se produjera una fusión del núcleo y varias fugas, nadie ha muerto por culpa de la radiación.

Ni siquiera nadie ha enfermado por esa causa. Sin embargo, ha habido 1.600 muertes que se pueden atribuir al estrés de las evacuaciones y al miedo a padecer algún problema de salud por culpa de la radiación.

Un artículo publicado en el New York Times revela esta sorprendente realidad. Aunque parezca un milagro, la radiación todavía no se ha producido ninguna víctima mortal por lo vivido en las tres centrales nucleares afectadas, las de Fukushima I, Fukushima II y en la de Onagawa. Quizás es demasiado pronto para decir que las personas que se vieron expuestas a la nube invisible y tóxica no han desarrollado ninguna enfermedad. Pero hay algunos expertos que así lo aseguran.

Uno de ellos es el doctor Mohan Doss, del Fox Chase Cancer Center. Para él, las personas que se encontraban cerca de las centrales nucleares tan solo se expusieron a 70 milisieverts, la misma cantidad que un paciente que recibiría una persona que estuviera un año entero sometiéndose a pruebas de escáner en un hospital.

Y si se hubieran quedado viviendo en sus hogares, habrían recibido 4 milisieverts al año, apenas el doble de lo que recibe cualquier ciudadano europeo o norteamericano y muy por debajo del nivel de daño, que se puede fijar en 400 milisieverts. El criterio que se siguió en Chernobyl para evacuar fue 350 milisieverts, un 500% más de lo registrado en Fukushima.

Doss explica que 1 sievert (1300% más que la radiación de Fukushima) causa cáncer en tan solo un 5% de las personas que hayan estado expuestas. El New York Times señala que dentro de población general esto equivale a tan solo 5 casos por cada 100.000 habitantes.

Además de estos datos, el principal motivo para pensar que la evacuación de Fukushima fue un error es el tremendo impacto que ha tenido sobre la salud mental de los que tuvieron que abandonar sus casas. El experto defiende que muchas personas se han suicidado por miedo a desarrollar una enfermedad como el cáncer. Otros desarrollan enfermedades por culpa de la situación de estrés que están viviendo: la ansiedad y la depresión debilitan su sistema inmunológico y sus cuerpos enferman.

Doss y otros autores denuncian que la exposición a niveles de radiactividad que se encuentren por encima de la media, pero que no sean muy elevados, no causan enfermedades, por lo que se debería actuar de otra forma en casos como Fukushima. Lo que sí mata es el estrés, el desarraigo y la incertidumbre vital. Tres aspectos a los que los evacuados sí que han estado expuestos.

 

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