Durante mucho tiempo se ha considerado que los programas de prekindergarten son un boleto temprano hacia el éxito futuro de los niños.

Pero la evidencia es mucho más mixta de lo que uno podría pensar con respecto a la efectividad a largo plazo de los programas preescolares, según una nueva revisión de evidencia en Science.

“Los programas preescolares han sido aclamados durante mucho tiempo como intervenciones efectivas, pero nuestro estudio revela una realidad más matizada”, señaló en un comunicado de prensa la investigadora sénior Margaret Burchinal, profesora de investigación del Centro de Estudios Avanzados de la Enseñanza y el Aprendizaje de la Universidad de Virginia.

La idea de que estos programas pueden ayudar a los niños a tener éxito en la escuela, en particular a aquellos obstaculizados por las brechas de rendimiento basadas en los ingresos y la raza, provino inicialmente de un par de ensayos clínicos prominentes realizados hace más de 50 años, dijeron los investigadores.

Sin embargo, estudios recientes han demostrado que no siempre es así.

Los resultados actuales más prometedores salieron de Boston. El programa preescolar público aumentó las tasas de graduación de la escuela secundaria y la inscripción en la universidad, además de las puntuaciones del SAT (por sus siglas en inglés, Scholastic Assessment Test), anotaron los investigadores.

Por otro lado, los niños asignados al azar para asistir al programa de Pre-K Voluntario de Tennessee obtuvieron puntajes sustancialmente peores en matemáticas y lectura cuando llegaron al sexto grado que los niños que perdieron la lotería de tareas. También eran más propensos a necesitar educación especial y a tener problemas de disciplina.

Para enturbiar aún más el asunto, un análisis a gran escala del programa Head Start encontró que no proporcionaba a los niños efectos positivos ni negativos para el tercer grado.

En general, los programas preescolares públicos parecen ofrecer una ventaja en las habilidades de lectoescritura y matemáticas de los niños al entrar por primera vez en la escuela primaria, pero esa ventaja parece desvanecerse rápidamente, señalaron los investigadores.

«En resumen, la ciencia no está resuelta», concluyeron los investigadores en su artículo.

Argumentan que los hallazgos optimistas de los estudios anteriores podrían no trasladarse a los programas actuales.

Los dos programas preescolares estudiados desde el principio atendieron a un pequeño número de niños, lo que podría haber permitido una atención más personal sobre su desarrollo, señalaron los investigadores.

Además, los padres de hoy en día tienen acceso a una amplia variedad de servicios de la red de seguridad y opciones de cuidado infantil que podrían marcar una diferencia tanto (o más) que un programa preescolar en el desarrollo futuro de un niño, señalaron los investigadores.

“En la actualidad, los mejores estudios de investigación dificultan la predicción de los efectos a largo plazo de esas inversiones”, señaló el investigador Tyler Watts, profesor asistente de psicología del desarrollo del Colegio de Maestros de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.

“Ciertamente, estamos de acuerdo en que la educación de la primera infancia es un área importante para la inversión pública. Aun así, no podemos afirmar con confianza que todos los programas públicos de prekínder produzcan resultados positivos a largo plazo”.

Se necesita más investigación sobre los programas preescolares, tanto para trazar el éxito de los niños que asisten a ellos y de los que no, como para determinar los “ingredientes activos” que distinguen a los programas exitosos de los que no son tan útiles para los niños, concluyeron los investigadores.

“Es imperativo que diseñemos programas preescolares para promover uniformemente el éxito escolar, especialmente para los niños de familias de bajos ingresos”, dijo Burchinal.

“De manera crucial, para los padres, especialmente para aquellos con medios financieros limitados, el acceso a un cuidado infantil confiable es esencial para la participación en la fuerza laboral”, agregó. “Igualmente vitales son los programas preescolares públicos que no solo ofrecen atención confiable, sino que también sientan una base sólida para el éxito académico de sus hijos”.