Tegucigalpa, Honduras.- Este viernes, Honduras se vistió de luto al conocerse la noticia del fallecimiento de Oswaldo Ramos Soto, un destacado líder en la política y la academia. Con 77 años, Ramos Soto deja un legado profundo, marcado por su servicio como rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y su larga carrera como diputado en el Congreso Nacional.

Un líder en tiempos difíciles

El nacionalista Oswaldo Ramos Soto no solo fue un líder en la UNAH, donde sirvió como rector durante dos periodos, sino también en la Corte Suprema de Justicia. Su compromiso con la justicia y la educación lo convirtieron en una figura central en el desarrollo del país, liderando en tiempos de grandes desafíos.

Reconocido por su honestidad

Ramos Soto fue un político que destacó por su honestidad y su compromiso con la transparencia. Durante su carrera presidencial, en la que se enfrentó a Carlos Roberto Reina, fue el primero en reconocer su derrota, un gesto que marcó un hito en la política hondureña. Su frase célebre sobre las «cervecitas heladas» se convirtió en un símbolo de su visión de progreso para las comunidades más necesitadas.

Un legado de servicio

Más allá de la política, Oswaldo Ramos Soto fue un académico comprometido, ocupando posiciones como decano de la Facultad de Derecho de la UNAH y presidente del Colegio de Abogados de Honduras. Su influencia en el ámbito jurídico y educativo dejó una huella imborrable en generaciones de profesionales del derecho.

Un adiós con honra

El jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, confirmó el fallecimiento, destacando la pérdida de uno de los «más grandes hijos» de Honduras. Sus palabras resonaron en todo el país, reflejando el profundo respeto y admiración que Ramos Soto había cultivado a lo largo de su vida.

Un ejemplo para futuras generaciones

Oswaldo Ramos Soto nació en La Ceiba y desde sus humildes comienzos en escuelas rurales, logró convertirse en una figura emblemática de Honduras. Su trayectoria, marcada por el servicio y la dedicación a su país, sirve como ejemplo para futuras generaciones, recordando que el liderazgo verdadero se construye con valores y principios firmes.

Honduras despide a un hombre que dedicó su vida al servicio público y deja un vacío que será difícil de llenar. Oswaldo Ramos Soto, siempre será recordado como un líder que supo ganarse el respeto y la admiración de su pueblo. Redacción Ruth Corrales R.