Cortisol alto: causas, síntomas y tratamiento
El cortisol es una hormona glucocorticoide que se produce en la corteza de las glándulas suprarrenales y luego se libera a la sangre, siendo así transportada por todo el cuerpo. Los receptores de glucocorticoides se encuentran repartidos por casi todos los tejidos del organismo, por lo que esta hormona es capaz de afectar a los sistemas nervioso, inmunitario, cardiovascular, respiratorio, reproductor, musculoesquelético y más.
Algunas de las funciones principales del cortisol se resumen en la siguiente lista:
- Control de los niveles de azúcares en sangre.
- Metabolismo de hidratos de carbono, proteinas y grasas.
- Acción antiinflamatoria.
- Regulación de la respuesta al estrés.
- Control de la presión arterial.
- Regulación de las horas de sueño y vigilia.
- Desarrollo fetal.
Los niveles de cortisol en el cuerpo varían a lo largo del día, pero generalmente son más altos por la mañana al despertarse y van disminuyendo a medida que pasan las horas. Su secreción está modulada por 3 sistemas muy bien interconectados: la glándula pituitaria (ubicada cerca del cerebro), el hipotálamo (situado en la parte más interna del cerebro), y las glándulas adrenales (localizadas en la parte superior de ambos riñones).
Aunque no vamos a centrarnos en detalle en el mecanismo de liberación de esta hormona, basta con saber que el hipotálamo se encarga de liberar la hormona liberadora de corticotropina (CRH), la que a su vez estimula la liberación de la hormona adrenocorticotrópica por parte de la pituitaria (ACTH). Los niveles altos de ACTH en sangre avisan a las glándulas adrenales de la necesidad de producir más cortisol, lo que causa su elevación.
¿Cuáles son los niveles normales de esta hormona?
Los niveles de esta hormona pueden variar por muchos motivos, y no todos se encuentran en el entorno patológico. Según fuentes médicas, los resultados esperados tras una prueba de cortisol son:
- De 6:00 a 8:00 horas de la mañana: 10 a 20 microgramos por decilitro (mcg/dL) de sangre.
- Sobre las 16:00 horas de la tarde: de 3 a 10 mcg/dL.
De todas formas, cabe destacar que el límite de normalidad puede variar según el laboratorio que ha realizado la prueba. Los valores también dependen mucho de la hora del día, el estado emocional y el contexto clínico de cada persona, por lo que estas guías son generales y ni mucho menos aplicables a cada caso.
Síntomas del cortisol alto
El cortisol alto puede causar una sintomatología diversa, dependiendo del cuadro clínico subyacente, su gravedad y mucho más. En la siguiente lista, citamos algunos de los signos clínicos más comunes:
- Aumento de peso, sobre todo alrededor de la sección media y la parte superior de la espalda.
- Dolor de cabeza.
- Problemas de concentración.
- Acné.
- Piel fina.
- Facilidad para hacerse moretones.
- Enrojecimiento facial.
- Dificultad para cicatrizar heridas.
- Debilidad muscular.
- Fatiga severa.
- Irritabilidad y problemas de concentración.
- Tensión arterial alta.
- Aparición de rayas de color púrpura en estómago, pechos, caderas y bajo los brazos.
La exposición a niveles elevados de cortisol en sangre también se ha asociado a ciertos cuadros psiquiátricos, como depresión y ansiedad. De todas formas, se requiere más investigación para que estos vínculos se confirmen del todo.
Causas de este desequilibrio hormonal
El cortisol se conoce como la hormona del estrés. En momentos de amenaza o presión, ya sea percibida o real, el cuerpo libera hormonas relacionadas con la respuesta de “lucha o huida” (fight or flight response), tales como la noradrenalina o la acetilcolina. Esto se traduce en un aumento de la acción cardiaca, inhibición de la actividad estomacal, constricción de vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas, y mucho más. El cortisol también se libera y limita las funciones que serían no esenciales o perjudiciales en una situación de lucha o huida. En resumen, el cuerpo se prepara todo lo que puede para hacer frente al peligro a nivel sensorial y psicológico.
La respuesta al estrés aquí descrita es normal y adaptativa. De todas formas, si el proceso se mantiene una vez la amenaza ha pasado, se puede crear una sobreexposición al estrés y otras hormonas que desencadena ansiedad crónica, depresión, trastornos digestivos, dolor de cabeza, dolor muscular, problemas de sueño, aumento de peso y mucho más. Por todas estas razones, el cortisol elevado a lo largo del tiempo se ha vinculado con el estrés crónico.
Más allá del estrés y la ansiedad, existen otras causas médicas que pueden causar una elevación de los niveles de cortisol en sangre. Destacamos las siguientes:
- Síndrome de Cushing. Este cuadro clínico ocurre cuando la corteza suprarrenal se vuelve hiperfuncionante y aumenta la producción de cortisol hasta niveles anormales. Está asociado a otros elementos del listado y puede tener múltiples causas.
- Trastornos de la glándula pituitaria: hiperpituarismo, adenomas benignos en la pituitaria, cáncer de la glándula pituitaria.
- Tumores en las glándulas adrenales. Casi siempre son benignos y pueden presentarse hasta en 1 de cada 10 personas. También pueden resultar cancerígenos, pero esto es mucho más raro.
- Efecto secundario al consumo de medicamentos. Como prednisona, cortisona y metilprednisolona.
Diagnóstico
Ante cualquiera de los síntomas citados en los apartados previos, se requiere una visita al médico. Si el profesional en salud sospecha de cortisol alto en sangre, se pueden indicar los siguientes análisis:
- Prueba de sangre y/u orina: como su propio nombre indica, se estudian los niveles de esta hormona en sangre u orina. Por lo general, las muestras de sangre se toman 2 veces al día (por la mañana y a eso de las 16:00 horas de la tarde), mientras que en la de orina se suelen recoger muestras durante un intervalo de 24 horas.
- Prueba de saliva: está diseñada, sobre todo, para el diagnóstico del síndrome de Cushing.
- Estudios de diagnóstico por imagen: las tomografías computarizadas, las ecografías, las resonancias magnéticas y otras pruebas pueden ayudar a encontrar la causa subyacente del aumento de cortisol, como la presencia de un tumor y otras anormalidades en estructuras clave.
Tratamiento del cortisol alto
Todo cuadro clínico que cause un aumento de cortisol requiere tratamiento médico. Por ejemplo, si el paciente presenta síndrome de Cushing derivado de un tumor, la cirugía suele ser la primera opción de abordaje. En caso de que este no se pueda extraer del todo por su localización delicada o extensión, también puede ser necesaria la radioterapia. Es posible controlar la producción de cortisol en las glándulas adrenales con el consumo de ciertos medicamentos cuando no se puede acabar con el problema de raíz, y el ketoconazol es uno de los más conocidos.
Si no hay una causa médica exacta de este cuadro clínico, o como abordaje accesorio ante un tratamiento ya en curso, se pueden hacer ciertas cosas con el fin de reducir el estrés en el día a día y así disminuir de forma natural los niveles de cortisol en sangre. Destacamos:
- Intentar dormir unas 8 horas al día sin despertares ni distracciones.
- Realizar ejercicio con asiduidad.
- Aprender a limitar el estrés y conductas que favorezcan estados estresados con terapia psicológica.
- Hacer ejercicios de respiración profunda y otros métodos de relajación.
- Sacar tiempo para realizar actividades lúdicas siempre que sea posible.
- Mantener relaciones sanas en todos los entornos (romántico, familiar, laboral y más).
El cortisol alto puede responder a una enfermedad o, en su defecto, estar propiciado por estrés, ansiedad y otras emociones negativas del día a día. Su abordaje depende completamente de la causa subyacente, pero siempre se requiere atención profesional (ya sea de un médico, un psicólogo o ambos) para abordarlo. Si te has visto reflejado en estas líneas, no dudes en comenzar tu proceso diagnóstico.