Cómo funcionaba “el Club del Desayuno” de Michael Jordan

Michael Jordan, reconocido por muchos como el mejor jugador de básquet de todos los tiempos, se transformó en ícono en el mundo del deporte no solo por su talento en cancha sino también por su dedicación inquebrantable de buscar ser un atleta destacado. Uno de los que marcó su ética de trabajo fue Kwame Brown, ex compañero de Su Majestad en los Washington Wizards.

El ex jugador de 42 años elegido en el primer puesto del Draft 2001 de la NBA dio detalles pocos conocidos de la figura de Jordan. El pivot de más de 2.10 metros pasó por diversos equipos como los Lakers, Memphis Grizzlies, Detroit Pistons, Charlotte Bobcats, Warriors y Philadelphia Sixers y nunca logró cumplir las expectativas, pero durante sus dos años con los Wizards (2001-2003) tuvo la oportunidad de compartir vestuario con el histórico número 23.

En un episodio del podcast Swish Cultures, Brown reveló: “No, no soy fan de MJ. Escucha, no tengo ninguna razón para serlo. Ese cabrón me dio un bofetón en la nuca un día”, dijo el ex jugador que disputó su última temporada en la mejor liga de básquet del mundo en 2013.

La historia cuenta que en su regreso a la NBA en 2001 tras su segundo retiro luego de ganar su sexto anillo con los Chicago Bulls en la temporada 97-8, Jordan mantenía una rutina de entrenamiento extrema que comenzaba antes de las 6 de la mañana, incluso si había estado durante la noche jugando al póker. “Ese viejo negro seguía madrugando para entrenarse a los 39 años, cuando ya no tenía nada que demostrar a nadie”, comentó Brown.

“Después de estar toda la noche apostando, ese tipo tan viejo ya estaba en el gimnasio a las 5:45 h levantando pesas. Era una máquina”, dijo el ex jugador no pasó por el básquet universitario y saltó directo a la NBA desde la escuela secundaria.

Y agregó: “Nunca hizo trampas en el juego, ni cuando salía, ni cuando hacía lo que hacía. El ‘Club del Desayuno’ era real. Me uní a él porque no podía creerlo”, indicó Brown en el podcast. En las dos temporadas en las que el número 23 participó en su tercera etapa en la NBA, promedió poco más de 20 puntos, unos seis rebotes y cuatro asistencias, con un 43% de campo y un 80% en libres a los casi 40 años.

Hay que recordar que Jordan nunca ocultó que le gustaba participar de otras disciplinas como el golf o mismo el póker y apostar fuertes sumas de dinero para darle mayor competitividad a su juego. En la serie documental The Last Dance, que mostró imágenes nunca antes vistas de Jordan y la intimidad de aquellos Bulls campeones, se pudo apreciar momentos en los que se podía ver a Su Majestad haciendo referencia a sus apuestas.

Son popularmente conocidas las numerosas noches que pasó con amigos y compañeros jugando a distintos juegos de cartas, muchas veces por sumas muy importantes de dinero. “En la parte de atrás del avión jugaba por mucho dinero con Pippen y Harper”, contó Will Purdue en un fragmento del documental. A diferencia de MJ, el gigante prefería las manos de un dólar con John Paxson y BJ Armstrong en los viajes de los primeros años de los 90′s, cuando Jordan se transformó en un ícono de la NBA y logró su primer tricampeonato en Chicago.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!

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