CCIT propone plan estratégico para apoyar emprendimiento de deportados en Honduras

CCIT

Tegucigalpa, Honduras.- El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Daniel Fortín, lanzó una propuesta clave para impulsar la economía hondureña, sugiriendo la creación de un programa destinado a apoyar a los hondureños deportados de los Estados Unidos, facilitándoles la posibilidad de emprender su propio negocio en el país. Según Fortín, la colaboración entre las principales cámaras de comercio y el Gobierno de Honduras será crucial para desarrollar un plan integral que permita a los deportados reintegrarse con éxito al mercado laboral y empresarial.

En su intervención, Fortín enfatizó que es necesario que se convoque a una reunión entre las distintas representaciones económicas del país para crear un programa conjunto. “Todas las cámaras de comercio deberíamos de reunirnos para elaborar un programa destinado a que los deportados emprendan su negocio”, subrayó el líder empresarial. Esta iniciativa se enmarca dentro de la necesidad urgente de generar oportunidades para los hondureños que regresan después de las deportaciones masivas ordenadas por la administración de Donald Trump.

Fortín destacó que Honduras es un país lleno de oportunidades, pero que no se puede seguir ignorando la falta de un plan estratégico nacional que permita aprovechar al máximo los recursos humanos que retornan. “Las cámaras de comercio y el Gobierno debemos sentarnos a elaborar un plan integral. El problema de Honduras es que no tenemos un plan de país, deberíamos de comenzar por ese punto”, puntualizó Fortín. La propuesta tiene como objetivo aprovechar el potencial empresarial de los deportados, quienes a menudo llegan con conocimientos adquiridos durante su tiempo en los Estados Unidos, pero carecen de los recursos necesarios para iniciar proyectos en su país natal.

Sin embargo, algunos expertos en economía y derecho tributario han expresado preocupaciones sobre la viabilidad del plan debido a las dificultades que impone la Ley de Justicia Tributaria en el ámbito empresarial. Esta ley, que regula aspectos clave como los impuestos y las regulaciones fiscales, podría dificultar la creación de nuevos negocios. A pesar de las buenas intenciones detrás de la propuesta, el desafío para los deportados podría ser significativo, ya que las cargas fiscales y los trámites burocráticos suelen ser obstáculos para los pequeños emprendedores.

Además, la situación de desempleo y pobreza en Honduras podría empeorar con el regreso de los migrantes. Si bien las remesas enviadas por los hondureños en el extranjero han sido una fuente clave de ingresos para el país, la disminución de estas remesas podría impactar negativamente en la economía. La falta de empleo y las crecientes dificultades económicas podrían aumentar los niveles de delincuencia y desigualdad social, complicando aún más la situación de los deportados.

A pesar de estas preocupaciones, Fortín se mostró optimista respecto a las posibilidades de generar un cambio positivo. El presidente de la CCIT concluyó que es fundamental trabajar en una estrategia integral que no solo apunte al emprendimiento de los deportados, sino también al fortalecimiento del sistema empresarial hondureño en su conjunto, de modo que pueda ofrecer oportunidades sostenibles para todos los ciudadanos. Redacción Laura Valladares.

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