Ramadán y diabetes, ¿incompatibles?

A partir del 28 de junio, los musulmanes celebran el Ramadán, festividad que consiste en realizar ayuno diario durante un mes desde el alba hasta que se pone el sol.

En las personas sanas, este hecho no entraña más dificultad que la del sacrificio de no ingerir sólidos ni líquidos durante muchas horas, pero en las que sufren una enfermedad, como la diabetes, puede suponer un peligro claro para la salud.

“La salud y la religión deben ir de la mano, por lo que no todos los pacientes con diabetes podrán seguir los preceptos de esta celebración”, advierte la doctora Pilar Martín Vaquero, directora del centro médico d-médical. “No obstante –agrega–, en muchos casos bastará con ajustar los fármacos a la nueva forma de comer”.

Riesgos del ayuno

Según el Corán, las personas con diabetes, los niños menores de 12 años, las mujeres embarazadas, las personas mayores y los individuos con alguna enfermedad están exentos de cumplir esta norma. Sin embargo, son muchos los musulmanes con diabetes que deciden respetar la celebración, a pesar de los problemas para la salud que puede desencadenar un cambio en el régimen nutricional.

Según Martín Vaquero, “el ayuno acelera los riesgos metabólicos, pues se estimulan la glucogenolisis (rotura del glucógeno, que es donde se almacena energía) y la lipolisis (rotura de los lípidos, pues el organismo, a falta de azúcar, echa mano de las grasas).

Esto genera ácidos cetónicos (productos de desecho fruto del empleo de grasa para fabricar energía) y aumenta la destrucción proteica y el riesgo de cetoacidosis (acumulación de ácidos cetónicos), ya que el cuerpo no puede usar la glucosa porque falta insulina o es insuficiente”.

Por otro parte, durante las dos comidas nocturnas en las que se rompe el ayuno, se ingieren abundantes alimentos ricos en grasas y en azúcares de absorción rápida, lo que puede descompensar la diabetes. “Los pacientes pueden sufrir hipoglucemias, deshidratación, lipotimias o trombosis vasculares, entre otras alteraciones frecuentes”, señala la especialista.

En este sentido, es aconsejable que los musulmanes con diabetes planifiquen con su médico la medicación que van a seguir y los líquidos y alimentos que van a tomar durante todo el mes del ramadán.

Cómo evitar las complicaciones

Los médicos coindicen en que es posible respetar los preceptos de esta festividad, siempre y cuando se lleve a cabo una planificación previa para evitar cualquier complicación que pueda presentarse por el ayuno. Para controlar bien la diabetes, la doctora recomienda seguir las siguientes medidas:

  • Individualizar el tratamiento con el médico y ajustar los fármacos durante la festividad.
  • Controlar la glucemia de manera exhaustiva durante el día y la noche. Acordar las glucemias capilares que deban realizarse.
  • Ingerir alimentos ricos en fibra: cereales con fibra, legumbres, verduras y frutas, y evitar los que sean muy grasos.
  • Hidratarse convenientemente, lo cual resulta indispensable.
  • Realizar una actividad física normal, sin excederse ni fatigarse. Si se practica algún deporte, que sea dos horas después de la ingesta del atardecer.
  • Romper el ayuno si hay hipoglucemias (glucemias <70 mg/dl) o hiperglucemias (>300 mg/dl).
  • Tener claro cómo actuar ante las complicaciones más habituales.
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